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Banco al que las entidades financieras traspasan sus activos tóxicos (productos financieros sobrevalorados y que son de difícil cobro o recuperación) surgidos a partir de la crisis iniciada en 2007-2008 y que en su mayoría están ligados al sector inmobiliario. En ocasiones se le llama comúnmente SAREB.
Esta entidad se crea por parte del Gobierno mediante financiación pública o privada. De esta manera adquirirá los inmuebles o créditos que supongan algún problema para que las cajas y los bancos saneen sus balances. En el caso español, el banco malo posee un plazo de 15 años para vender esos activos y recuperar así el dinero con el que se compró.
Los activos que pueden traspasarse deben poseer una serie de características:
- Tienen que ser inmuebles que se hayan adjudicado por consecuencia del impago de deudas
- Su valor debe superar los 100.000 euros
- En cuanto a los créditos, tanto los que se encuentren en mora como los que estén al corriente de pagos, aquellos que superen los 250.000 euros
Esta entidad comprará los activos a su
precio actual en libros, en el que se incluye ya un descuento por las provisiones hechas por las entidades (un 80% en el valor del suelo, un 65% en las promociones en curso y un 35% en la vivienda terminada) El banco malo emitirá
capital, así como
deuda subordinada para que sea adquirida por
inversores privados.
El
FROB financiará el 10% de sus activos. El resto, esto es el 90%, se costeará mediante
deuda senior avalada por el Estado. Hay que destacar también que esto no computará como deuda pública ya que más del 51% del capital se encuentra en manos privadas.