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Un fondo de inversión libre, (fondo de cobertura o hedge fund), es un instrumento financiero de inversión. Traducido al castellano como “fondo o institución de inversión alternativa”, entendemos el hedge fund, como un fondo de inversión con alto riesgo, cuyo objetivo es maximizar la rentabilidad, minimizando el riesgo al que se expone el inversor, para lo cual se utilizan técnicas de cobertura. Este fondo se caracteriza por ser una sociedad privada, normalmente de responsabilidad limitada, con un número reducido de partícipes (máximo de 100), y que suele estar domiciliada en paraísos fiscales. Se invierte principalmente en empresas fuertemente apalancadas.
El término se utilizó por primera vez en un fondo que gestionaba Alfred Winslow Jones, donde combinaba posiciones cortas y largas en valores, con el propósito de cubrir la cartera de activos frente a movimientos del mercado. Un hedge fund es un vehículo de inversión colectiva que está organizado de forma privada, gestionado por sociedades profesionales que cobran comisiones sobre los resultados que obtienen y cuya accesibilidad es restringida, debido a que los importes mínimos de inversión son muy elevados.
Estos fondos, persiguen rendimientos absolutos en lugar de rendimientos relativos en un índice de referencia, mediante la utilización de técnicas de inversión financieras no permitidas para fondos tradicionales, como puede ser la venta al descubierto, el uso de productos derivados o la compra de valores mediante apalacamiento agresivo.
Además, estas estructuras de inversión poseen una regulación mínima y están sujetas a unas necesidades de información muy reducidas. Es decir, los hedge fund, son fondos que invierten su capital en productos que por lo que general están vetados o restringidos para otros fondos de inversión tradicionales, como por ejemplo las ventas de acciones en descubierto, las permutas de activos financieros o swaps, futuros, opciones…
La estructura de un hedge fund, suele asentarse como una sociedad de capital, donde el principal partícipe se convierte en el gestor de la sociedad y por ello se convierte en el responsable de las decisiones de inversión, mientras que el resto de los socios son considerados como inversores. Principalmente, se constituyen en paraísos fiscales como Irlanda, Luxemburgo, Islas Caimanes…, no tanto por evadir impuestos, sino por la rapidez que permite su legislación para constituir dichos fondos, así como también por la facilidad regulatoria que ofrecen dichos lugares al poseer pocas restricciones operativas e impositivas.
Para completar el juego del hedge fund, tenemos que introducir la figura del “Prime broker” , que es el intermediario a través del cual se realizan las operaciones, y actúa como órgano no vinculado a los inversores que debe velar por los activos gestionados. Además, en caso de que se pretenda comercializar el fondo en los distintos mercados financieros, se tiene la obligación de registro en el organismo correspondiente en la materia regulatoria, perteneciente a cada país (en el caso de España la CNMV).
Algunas de las principales características de los hedge funds son las siguientes: