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Son las siglas del Mecanismo Europeo de Estabilidad. Entró en vigor el 1 de julio de 2013. Este mecanismo sólo se activaría si fuera indispensable proteger la estabilidad financiera de la eurozona. Sirve como una hucha de emergencia para el sistema financiero europeo.

El mecanismo antecesor MEEF (Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera) disponía de 60.000 millones de euros para prestar a países que así lo necesitasen, más tarde, se unió el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) que manejaba hasta 440.000 millones de euros. El 11 de julio de 2011, los ministros de finanzas de la moneda única crearon el Mecanismo Europeo De Estabilidad (MEDE), el cual comenzó a funcionar el 1 de julio de 2013 con sede provisional en Luxemburgo; dispone de 700.000 millones de euros, lo que supone la mitad del PIB español.

El dinero del que dispone el MEDE es aportado, proporcionalmente, por los países del euro: una parte en efectivo y el resto se exigirá solo como capital para movilizar y garantías, es decir, será dinero pendiente de la cuota de los países. Los mayores contribuyentes son Alemania (casi 190.000 millones de euros), Francia (142.700 millones de euros) e Italia (125.400 millones de euros). España deberá aportar un total de 83.328 millones de euros, de los cuales deberá aportar 9.523 millones de euros en efectivo (la mitad en el año 2013) y el resto será como capital para movilizar y garantías, esto es, 73.804 millones de euros desde 2013.

A diferencia de anteriores mecanismos, el MEDE tiene carácter permanente y no provisional, aparte de poder rescatar directamente a bancos con problemas bajo condiciones estrictas, de manera que se activará cuando sea indispensable para salvaguardar la estabilidad de la zona euro y así evitar el riesgo de contagio de un país “enfermo” a otro. También podrá comprar bonos de deuda soberana en el mercado primario, de manera que pueda aliviar la presión sobre los países afectados.

Las personas al frente del MEDE son las mismas que en el Eurogrupo; los ministros de economía de todos los países del euro, el presidente del BCE (Banco Central Europeo) y el comisario de asuntos económicos. Este mecanismo es similar al Fondo Monetario Internacional (FMI), con la diferencia de que funcionará únicamente dentro de Europa. El MEDE tiene condición de “acreedor preferente”, lo que significa que será de los primeros en cobrar el dinero prestado en caso de que los países afectados tengan problemas en devolver sus préstamos; concretamente será el segundo en la lista de devolución, siendo el primero el FMI.