Disposición que se ha establecido en los bancos para protegerse en caso de que el Euribor tenga un valor negativo y así garantizar la devolución completa del préstamo. Establece que el interés más bajo que el cliente pagará será cero y no podrá ser inferior. Por lo tanto, evita la posibilidad de que el banco tenga que pagar dinero a su cliente por financiarlo.