Es el dinero que necesitamos para
conseguir nuestros objetivos financieros, ya sean personales o empresariales, y
que en un plazo de tiempo acordado tendremos que devolver.
Si necesitamos financiación
debemos tener clara nuestra situación; saber lo que necesitamos, cuánto estamos
dispuestos a pagar por ello, y en cuánto tiempo vamos a poder devolverlo.
La financiación que acuerda
devolverse en menos de 1 año, se denomina financiación a corto plazo. La que
tardará más de un año en devolverse, se llama financiación a largo plazo.
Si hablamos de financiación
personal, generalmente la conseguiremos en entidades bancarias o financieras, o
en función de para qué sea, quizás podremos utilizar figuras como el renting o
el leasing.
La financiación de una empresa puede ser propia o ajena:
- La financiación propia es aquella que proviene de los fondos que tiene la propia empresa, como las aportaciones de los socios o las reservas de otros ejercicios.
- La financiación ajena abarca todo el dinero que pertenece a terceras personas o entidades y se debe devolver en un plazo de tiempo determinado, como pueden ser los préstamos de las entidades financieras o bancarias.
Si pensamos en financiación para
una empresa o incluso para el autoempleo, contamos también con fuentes de
financiación alternativas a las clásicas, y podremos pensar en Crowdfunding, Crowdlending,
Business Angel o Venture Capital, entre otras.
La financiación exige, por tanto,
endeudamiento, y el exceso de endeudamiento es el enemigo número uno de la
salud financiera. Sin embargo, es prácticamente imposible pasar toda la vida
sin endeudarse. Una buena gestión del endeudamiento no significa renunciar a la
financiación, sino utilizarla de forma inteligente, lo que llamamos “Endeudamiento
Inteligente”.
Consejos útiles para pedir financiación:
- Confirma con tu presupuesto que puedes afrontar el gasto que vas a asumir.
- Las cantidades a pagar no pueden superar el 30% tus ingresos mensuales.
- Estudia propuestas de diferentes entidades financieras y ten claro qué significan conceptos como TAE, TIN o EURIBOR.
- Lee el contrato con detenimiento y conoce todos los gastos que implica: impuestos, tasas notariales, de registro, etc.
- Si decides amortizar parte del capital por adelantado, la entidad suele cobrar comisión por cancelación anticipada, infórmate bien.