Circunstancia que tiene un país cuando más del 93% de la población en edad de trabajar tiene empleo.
Al ser la economía de un país algo dinámico y en continuo movimiento es casi imposible que la totalidad de la población en edad de trabajar tenga empleo en un momento determinado, es por ello que se considera como pleno empleo cuando el 93% o más de esa población está laborando, el restante porcentaje puede estar "entre empleos", trabajando "en negro", o no cualificada o no quiere cubrir las vacantes disponibles.
La cifra de 93% puede variar dependiendo de las circunstancias de cada país o zona económica, y aún está sujeta a debate por los economistas.
Se considera que si se alcanza una tasa de empleo del 100% se generaría una presión inflacionaria debido a que la demanda de mano de obra superaría la oferta, de manera que los trabajadores tendrían el poder de exigir mayores salarios. Otra forma de considerar el pleno empleo es cuando se llega a la Tasa de desempleo no aceleradora de la inflación ("Non-Accelerating Inflation Rate of Unemployment" o NAIRU) que no tiene una cifra fija y equivale al equilibrio entre la demanda de trabajo y los trabajadores dispuestos a satisfacerla con los salarios ofertados.