Son instrumentos financieros de la unión europea cuyo objetivo principal es promover un desarrollo del conjunto de la unión europea, además de reforzar su cohesión económica y social.
Actualmente, la unión europea cuenta con dos Fondos Estructurales: el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSE).
El FEDER tiene como objetivo limitar las diferencias que existen entre los niveles de desarrollo de las regiones europeas para que las regiones menos favorecidas se recuperen del retraso que sufren. Más concretamente, concede ayudas para la creación de infraestructuras y la realización de inversiones productivas para generar empleo.
El FSE está destinado a fomentar las oportunidades de empleo y movilidad geográfica y profesional de los trabajadores, además de facilitar su adaptación a las transformaciones industriales y a los cambios de los sistemas de producción, sobre todo por medio de la formación y la reconversión profesional.