Acuerdo empresarial por el que dos o más empresas se agrupan de manera temporal para conseguir un objetivo común.
La agrupación se puede producir mediante la creación de una nueva empresa de carácter temporal o bien a través de un contrato que vincule jurídicamente a las empresas.
En un contrato de joint venture, cada uno de los participantes aporta una serie de recursos y es responsable de sus beneficios, pérdidas y costes asociados.
El joint venture funciona como una entidad propia, separada de los intereses de las otras empresas de sus participantes, que en ningún momento pierden su identidad.