Son organismos públicos autónomos, financiera y económicamente, cuya finalidad es aumentar la seguridad jurídica y la transparencia en beneficio de los consumidores en asuntos tan importantes como la energía, el gas, la electricidad, el tráfico aéreo y portuario, o el sector de las comunicaciones.

Son organismos públicos descentralizados adscritos a la Presidencia del Consejo de Ministros, con personalidad jurídica interna y con autonomía administrativa, funcional, técnica, económica y financiera.

En 2013 se decide unificar todos los organismos reguladores y de defensa de la competencia con el fin de garantizar su independencia, aumentar la seguridad jurídica, la transparencia en beneficio de los consumidores y usuarios, y garantizar una competencia más deficiente.

Existen organismos reguladores de la energía, del mercado de valores, de telecomunicaciones o de transporte. Un ejemplo destacado de organismo regulador es la CNMC.