Análisis DAFO

Es una herramienta para conocer el estado en que se encuentra una empresa y sirve para planificar una estrategia para mejorar su desempeño y nivel competitivo. Se basa en la identificación de las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y amenazas de la empresa en su sector para potenciarlas o compensarlas de manera que se pueda garantizar no solo la supervivencia de la empresa sino mejorar su desempeño.

Para mejorar el funcionamiento de una empresa o de una institución hay que identificar sus Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. De esta manera: se podrán potenciar las Fortalezas, aprovechar las Oportunidades, reducir o compensar las Debilidades, y anticiparnos o hacer frente a las posibles amenazas.

Las cuatro características anteriores forman parte de lo que en el mundo empresarial se conoce como análisis DAFO, el cual es una herramienta para conocer el estado en que se encuentra una empresa y sirve para planificar una estrategia para mejorar su desempeño y nivel competitivo.

Una vez analizadas las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, se procede a trabajar la mejora en cuatro aspectos:

  1. Desarrollo y aprendizaje para mejorar el desempeño medido en los resultados que obtiene la institución o empresa.
  2. Seleccionar las características que hacen especial y diferente a la institución o empresa, y que le dan ventajas con respecto a sus competidores, para establecer una hoja de ruta con el objetivo de aprovecharlas.
  3. Mejorar la relación con sus compañeros o clientes para hacer fluida la comunicación y retroalimentación.
  4. Optimizar el uso de los recursos para conseguir más con menos.

Al aplicar el análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, podremos diseñar la estrategia que nos lleve de la situación actual a una mejor. Esta estrategia suele transformarse en lo que se llama Cuadro de Mando en el que distinguiremos entre los objetivos físicos o estructurales de los objetivos técnicos que queremos alcanzar.

Debemos incluir en nuestra estrategia una clara diferenciación y secuenciación de qué partes trabajaremos y quién será responsable de hacerlo para evitar conflictos que mermen los avances.

También deberemos contar con sistemas de medición del avance, los llamados Indicadores Clave del Desempeño, de manera que podamos darle valor cuantitativo a características cualitativas y poder corregir posibles desviaciones o retrasos con respecto a nuestra estrategia planeada.

Los Cuadros de Mando deben tener en cuenta:
  • El horizonte temporal o la edad de la persona, empresa o institución.
  • Su posición y nivel de responsabilidad.
  • Cómo se integra en el conjunto del equipo o estructura organizativa.
  • El nivel o sector en el que se desempeña la actividad.
  • Los sistemas de control de la información de desempeño.
Todos podemos mejorar nuestro desempeño y así lograr mantenernos entre los mejores de nuestra categoría, el primer paso para hacerlo de manera óptima consiste en identificar nuestras Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y amenazas.

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