Ahorro realizado por el Estado.
Los ingresos del Estado se obtienen a través de los impuestos, las empresas estatales, etc., mientras que el gasto se realiza en hospitales, escuelas, subsidios e infraestructura en general. Si el Estado ahorra, estamos ante una situación de superávit (los ingresos superan a los gastos); en el caso contrario, se habla de déficit (los ingresos son insuficientes para hacer frente a los gastos públicos).