Es aquel desembolso cuya cantidad no varia o lo hace de forma muy leve, y es periódico.
Los gastos fijos son gastos que tenemos que cubrir cada cierto tiempo. Se consideran así al alquiler o a la hipoteca, a los seguros, a las nóminas de los empleados que tiene que hacer frente mensualmente el empresario, la factura de la luz, los medicamentos, etc.