deuda soberana

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Conjunto de deudas públicas o nacionales que mantiene un país contra sus acreedores.

Al igual que ocurre con las empresas, a menudo un país tiene que financiar sus inversiones pero debe controlar el nivel de endeudamiento para quedar en un equilibrio entre el logro de sus objetivos y la cantidad de deuda que el país puede soportar ahora y en el futuro, dependiendo de sus ingresos, sus necesidades y, por supuesto, el interés acumulativo debido. Para financiar sus inversiones (sin usar sus ingresos), el gobierno de un país puede decidir vender bonos soberanos, o lo que sería una obligación futura de devolver el dinero con intereses al inversor por haber contribuido a la financiación de las actividades del país anteriormente.

Cada año, cuando los gobiernos realizan los Presupuestos Generales, establecen en ellos los gastos derivados de los servicios que serán prestados por todas las administraciones públicas. Asimismo se planifican los ingresos provenientes principalmente de los impuestos y las tasas para determinar la capacidad y la necesidad global de financiación de la economía. Normalmente, se produce un desajuste o lo que se denomina desequilibrio presupuestario, es decir, un déficit o superávit.

La diferencia entre ingresos y gastos, si es positiva porque los ingresos son mayores se denomina superávit. Si es negativa porque los gastos son mayores se denomina déficit. El déficit presupuestario se financia mediante el endeudamiento con el sector privado (emisión de títulos de deuda pública o la contratación de préstamos) o con la emisión de dinero, endeudándose con el banco central. La entidad que se encarga de gestionar la emisión de la deuda es el Tesoro de cada país, que con la ayuda del banco central establece las fechas de emisión y los plazos de vencimiento en función de las necesidades; asimismo, se concreta el precio (tipo de interés) de acuerdo con la demanda del mercado. El tipo de interés de la deuda pública se establece principalmente en el procedimiento denominado subasta, en el cual, el Tesoro decide cuál es el precio de venta de los títulos. Los potenciales inversores hacen sus peticiones con los precios que están dispuestos a pagar (competitivas) o sin dichos precios (no competitivas). El emisor decide el precio mínimo que acepta recibir, rechazando todas las peticiones a precios inferiores al mismo. Una cuestión importante de la deuda pública es que se puede producir un acaparamiento de la financiación por parte del sector público en perjuicio de las empresas y las familias. Este efecto se denomina en inglés "crowding-out" y significa que la financiación de las administraciones públicas desplaza a la privada.

El riesgo soberano es la estimación de la probabilidad de que un estado se declare incapaz de hacer frente a sus deudas, es decir, en quiebra (término que en inglés se conoce como "default"). Su evaluación implica el análisis de la situación económica y política, en concreto, de la capacidad de conseguir ingresos (impuestos), el control del gasto y las perspectivas de crecimiento del mercado interno y de las exportaciones. En términos del análisis político, se centra en el proceso de decisión por el que se ha declarado el impago y la reestructuración de la deuda. Además, es importante la capacidad del sistema político para hacer funcionar el sistema económico de manera que se mantenga la calidad del crédito de un país.

En la Unión Europea se viene produciendo desde 2010 lo que se denomina la crisis de la deuda soberana, en referencia a la situación de Irlanda, Grecia, Italia, Portugal y España. Entre otros aspectos a tener en cuenta, es importante destacar la imposibilidad de que los países de la Unión apliquen medidas de política monetaria, puesto que han sido delegadas al Banco Central Europeo, que tampoco puede comprar en el mercado primario la deuda de los países que presenten riesgo.