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Agencia o empresa privada que clasifica la deuda (u otros indicadores económicos o financieros) de una empresa o país dentro de un sistema de calificación o "rating". De esta manera, otros pueden utilizar esta información emitida para tomar decisiones económicas con mayor seguridad. Los ejemplos más recocidos de una agencia de calificación serían las empresas Moody's o Fitch.
El propósito de las agencias es analizar a los actores del mundo financiero (empresas, gobiernos o países enteros) y de emitir
informes calificando su capacidad de cumplir con sus compromisos económico-financieros; lo hacen en forma de un “rating” que orienta a los
inversores sobre la
seguridad de los instrumentos financieros como, por ejemplo, los
bonos de
deuda, los
préstamos financieros,
negocio en el
mercado inmobiliario u otros tipos de instrumentos de deuda. Existen tres agencias de calificación de riesgos con oficinas centrales en Nueva York y Londres (Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s) que copan aproximadamente el 90% del mercado mundial. El resto, más pequeñas, cubren el otro 10% y que están repartidas por todo el mundo.
Las opiniones o calificaciones emitidas están basadas en modelos econométricos y otro tipo de análisis (políticos, sociales y ambientales) que sirven para valorar la capacidad de
pago de una institución o empresa, o la variación de
valor de una
inversión. Las instituciones o empresas que emiten los instrumentos de deuda suelen ser las mismas que pagan a las agencias de calificación por emitir opiniones o calificaciones sobre dichos instrumentos. Cada agencia de calificación tiene su propia escala de valoración.
A raíz de la
crisis iniciada en 2007 con los
créditos hipotecarios en Estados Unidos, éstas agencias han visto en entredicho su
fiabilidad e
independencia ya que hasta muy poco antes de que se iniciara dicha crisis habían dado la máxima calificación a los bonos que avalaban esos créditos. A finales de 2011 el Gobierno de Estados Unidos consideraba llevar a juicio a Standard & Poor’s por haber calificado favorablemente un instrumento de deuda creado por un
fondo de inversión que “apostaba contra ese mismo instrumento de deuda”, lo que equivalía a apostar por la caída del mercado.