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Son las siglas de “London Interbank Offered Rate”; tasa de interés interbancario a la que los bancos se prestan dinero entre sí en el mercado interbancario de Londres.

El Libor comenzó a ser oficial el 1 de enero de 1986, momento hasta el cual existió el BBA interest Settlement. Ambos nacieron en 1984 como intento de dar más uniformidad al mercado de Londres (en préstamos y transferencias de fondos), y así no comprometer su crecimiento futuro, ya que observaban que los bancos londinenses realizaban cada vez más intercambios con instrumentos financieros que florecían en ese momento (ej.: los swaps, contratos forward, etc.), aumentando el volumen de negocios y de deuda.

El Libor es fijado y publicado diariamente por la Asociación de Banqueros Británicos (British Bankers Association – BBA), y debido a que el volumen de transacciones sigue siendo muy alto a día de hoy, el Libor es una de las tasas base de parte de los instrumentos financieros más negociados del mundo. Llega a ser tal su importancia que el banco Nacional de Suiza lo utiliza como referencia para su política monetaria. El Libor se calcula según las transacciones con instrumentos financieros a corto plazo (de un día a un año) de una lista de tipos de interés perteneciente a 16 bancos. De esta lista, se utilizan los ocho valores centrales y se hace una media, obteniendo como resultado el Libor. De esta manera, podemos comprobar que la tasa Libor es muy similar al euribor, en cuanto a cálculo, funcionamiento y significado. Por lo que, al igual que el Euribor, el Libor supone un índice de referencia para hipotecas, derivados financieros, préstamos estudiantiles, etc.

Actualmente, hay algo de incertidumbre sobre este tipo de referencia por haber existido cierta manipulación en su información, afectando de esta manera a numerosos inversores. Por esta razón, se está planteando la posibilidad de que esta tasa de interés sea controlada y supervisada por un organismo regulador.