Son todos los costes de un producto que se consideran como activos en el balance general al momento de incurrir en ellos.
Tradicionalmente, los costes se incluyen en el inventario sólo en aquellas empresas que fabrican bienes físicos.
Algunos ejemplos de costes inventariables son: las materias primas, las nóminas de los trabajadores, la depreciación de las máquinas, los servicios públicos de la fábrica, los suministros, etc.