País que se caracteriza por poseer unos impuestos muy bajos, o nulos, con facilidades para que las personas no residentes inviertan su dinero en ellos.

Las empresas y familias que residen en el país objeto del paraíso fiscal sí deben pagar impuestos de manera corriente, como cualquier otro residente en su propio país. Son los extranjeros que deciden depositar su dinero en los paraísos fiscales los que quedan exentos del pago de sus impuestos, en determinados casos en su totalidad y en otros parcialmente, siempre y cuando no realicen negocios dentro del propio paraíso fiscal. El principal motivo por el cual un país querría convertirse en paraíso fiscal es para atraer gran cantidad de divisas extranjeras, razón por la cual los paraísos fiscales suelen ser pequeños países. Sin embargo, para los países que sufren esta evasión de impuestos no tiene ventajas, ya que esos impuestos que no se pagan suponen menores ingresos y por lo tanto menor posibilidad de gasto público, lo que puede acarrear menor inversión por parte del gobierno en pilares fundamentales de la sociedad como la educación y la sanidad. Cabe destacar, que los países que deciden ser paraísos fiscales suelen además tener una gran estabilidad política y monetaria, ya que de lo contrario no atraería a sus inversores, al igual que buenas infraestructuras turísticas y de transporte. Evitar los paraísos fiscales tiene sus dificultades, ya que dichos paraísos permiten ocultar con gran facilidad la titularidad de las empresas y/o cuentas bancarias lo que complica el rastreo de los paraísos. Los organismos más involucrados en frenar esta situación son la OCDE (Organismo de Cooperación y Desarrollo Económico), el G-20 (20 países más industrializados y emergentes) y el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional). El mayor paraíso fiscal que existe a día de hoy es el de las Islas Caimán, donde circulan cerca de 100.000 millones de euros al año. Esto se debe a que en 1778, los residentes de las Islas Caimán salvaron de ser ahogados a los tripulantes de 10 barcos del Rey Jorge , el cual en agradecimiento les concedió la exención del pago de impuestos de por vida.