También denominado como punto crítico o umbral de rentabilidad. Consiste en conseguir equilibrar en un nivel de actividad, producción y venta, es decir los ingresos totales obtenidos a través de los costes totales originados.
Se obtiene ante la cifra de negocios que permite a la empresa compensar con los ingresos obtenidos por ella todos sus costes tanto los procedentes de las propias ventas; como aquellos que deba soportar en todo el período, con independencia de cuál sea el volumen de la misma. Una vez que la empresa alcanza, en el desarrollo de su actividad, la cifra de ventas que le supone el punto muerto, ha conseguido compensar con ella las cargas de estructura de todo el ejercicio y los costes variables relativos a esa cifra de ventas. A partir de ese momento el precio de venta de los productos sólo tiene que compensar el coste variable de los mismos; los costes fijos por tanto quedan absorbidos en su totalidad. nota: una de las fuentes utilizadas para sacar información ha sido: Libro: “Análisis de estados contables” Autores: Francisco Javier Martínez García y Francisco M. Somohano Rodríguez Editorial: Pirámide