Políticas de protección social destinadas a aliviar la pérdida de ingresos que se experimentan durante los periodos de desempleo.
Las más conocidas son las prestaciones por desempleo y los subsidios de paro. Las primeras se obtienen como contraprestación por haber cotizado en un empleo previo, y se perciben en una cantidad y un período realizados con dicha cotización, con un máximo para ambos. Los segundos se obtienen cuando se agotan las prestaciones o cuando no simplemente no se ha tenido derecho a ellas, en función de la situación laboral y los ingresos generados por los miembros del hogar.