La posibilidad de que no se recupere el dinero prestado como crédito.

Toda actividad humana está sujeta a un cierto grado de probabilidad de fallo, aún en las condiciones más favorables, por ello aunque una empresa, institución o producto financiero reciba la máxima calificación o rating no está exenta de sufrir algún tipo de problema que le impida cumplir con la previsión sobre su desempeño. Adicionalmente, quien realiza el análisis de la información financiera y no-financiera puede no contar con la información completa y fidedigna o cometer algún error al realizar la valoración de esa información para otorgar la calificación o rating.

Esto último fue lo que desencadenó la crisis hipotecaria en USA a comienzos del siglo XXI, al otorgar la máxima calificación, sin haber valorado correctamente a instrumentos financieros que tenían un riesgo crediticio muy alto.