Tipo de energía que se obtiene como consecuencia del aprovechamiento del calor que proporciona el Sol.

Existen dos variedades: las que utilizan paneles solares foto-voltaicos y que utilizan un conjunto de espejos.

En las primeras (fotovoltaicas), los paneles están formados por células fotovoltaicas que transforman la radiación solar en corriente continua de baja tensión.

En el segundo caso (las de espejos), existen a su vez dos tipos, los parabólicos y las de captación en torre. En el caso de los espejos parabólicos, poseen una forma cóncava que permite dirigir los rayos solares hacia un punto, en el que se encuentra una tubería con un aceite. El aceite es calentado y transfiere ese calor a agua para convertirlo en vapor, y después producir electricidad en una turbina.

Normalmente la distribución de este tipo de espejos es en forma lineal. En cuanto a las de captación de torre, los espejos o "heliostatos" se puede mover de manera independiente (rotación e inclinación) para conseguir que el reflejo de cada uno de ellos se concentre en la torre. En ella, unas sales con alto poder de mantener el calor se utilizan para convertir el agua en vapor, y así mover, al igual que en las otras centrales, una turbina.

La ventaja de las de espejos parabólicos es que pueden seguir produciendo electricidad aún varias horas después de la puesta del sol.